Para localizarlo, imagínate un reloj de pared. ¿Lo tienes? Bien, ahora situa el clítoris a las 12. Introduce tus dedos con un poco de lubricante y empieza a tocarte en la zona que abarca de las 11 a la 1. Habrá una zona en la que, al estimularla mediante presión, notarás ciertas ganas de orinar. ¡Ya lo tienes! Si sigues estimulando, puedes tener un orgasmo. Algunas mujeres, mediante la estimulación de esta zona, pueden eyacular. Y a otras la simple estimulación les resulta muy molesta. En realidad el Punto G no es ninguna meta, sino una parte más de nuestro cuerpo a explorar. Si quieres estimularlo de una manera diferente, tenemos una gran variedad de productos destinados a estimular esta zona. Todos aquellos que acaben curvados son los ideales para ejercer la presión necesaria. Los tienes con vibración o sin ella, todo es experimentar hasta encontrar aquello con lo que disfrutemos.
